
La sui géneris nodriza, en modo alguno huye de sus glotones “hijos”, más bien parece disfrutar del momento en que comparte su leche.
La maternidad y la lactancia son eventos que solo se dan en aquellas especies que conforman el grupo de los mamíferos, en el cual se incluye el hombre.
Lo normal en la naturaleza es que las madres amamanten a sus propios hijos, sin embargo, se han descritos casos que rompen con esta regla.
Verbigracia: gatas que dan de mamar a perritos; y viceversa: perras que han consentido que algún gatico huérfano se prenda de su seno.
Quizás el caso más famoso haya sido el de Kamala y Amala, conocidas como las niñas lobas de la India , una historia que se remonta al pasado siglo.
Según se afirma, en época tan lejana como 1920, dos niñas fueron encontradas en la región de Midnapore viviendo en el refugio de una loba.
El animal fue muerto por los certeros disparos de un cazador, no sin antes defender a las pequeñas, a las cuales amamantaba y veía como sus propias crías.
Kamala y Amala, de seis y tres años de edad respectivamente, fueron llevadas a un orfanato donde murieron sin que se pudieran adaptar a su nueva vida.
Menos traumático parece ser el caso de estos puerquitos de las fotos que lactan con inigualable placer de los pechos de su “supuesta” madre adoptiva.
Y digo “supuesta”, porque estos lechones tienen viva a su mamá puerca; y que la perra en cuestión, también tiene vivos sus cachorritos.
Al ver curiosidades como estas, se puede inferir que el instinto materno es mucho más universal de lo que se pudiera pensar.
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