martes, 1 de julio de 2014

SILVERIO OTRO AMIGO QUE SE VA

El fallecimiento de Silverio Aragón viene a confimarme nuevamente que los buenos que vivimos en este extraño mundo estamos cada día más expuestos a los caprichos de alguna fuerza misteriosa empeñada en contrariarnos el entendimiento de que la muerte es algo natural.

No sé la edad que tenía Silverio, pero si de algo estoy seguro es que nadie está conforme con su partida a destiempo y a mi por lo menos se me mezclan sentimientos encontrados: por una lado molestia, y por el otro muchísima tristeza.

Silverio no fue solo el magistral musicaliador y sonidista, fue igualmente un excelente músico y lo recuerdo acompañando con su bajo al Platanito  de Los Brutos, desde los tiempos en que tenían que ingeniárselas para buscar una cuerda de guitarra.

Pero por encima de su musicalidad fue un hombre de la radio, y lo recuerdo grabando en una vieja Sony los sonidos de la ciudad, apostado
desde bien temprano en las intercepciones más ruidosas para luego poder ambientar los programas en los cuales se desempeñaba como musicalizador
y sonidista.

Era igualmente un artista en sostener aquellos viejos tocadiscos de placas de vinilo, un parque totalmente obsoleto, a los que únicamente un  hombre bien plantado y persistente como él era capaz de mantener en marcha y sacarle provecho en función de los espacios dramatizados.

Con el mayor respeto de todos mis amigos de la radio, Silverio fue el mejor sonidista y musicalizador de ese medio, y su partida inesperada debe servir
para recordarlo como un gran maestro de la relización radiofónica.

Las últimas veces que lo vi tenía dos grandes retos, digitalizar la información conservada en cintas y discos bajo custodia de la hemeroteca, y 
 
buscar justicia con el famoso grupo Los Brutos, donde solo uno de sus integrantes había recibido la categoría de profesional.

Esto último lo amargaba, pues él, Silverio, siempre le dio vida a Los Brutos, el grupo más popular que haya tenido alguna vez Pinar del Río, tocando y cantando  siempre aquellas legendarias canciones de los años 70 del pasado siglo y que hoy todos distinguen con el nombre de la década prodigiosa.

Y uno se pone a pensar, y tal parece que esas fuerza misteriosas de las que hablaba al principio se han ensañado con el Cuadro Dramático, primero el Sargento Coterillo, depués Felix Lazo, luego Cristina, más tarde Félix Hernández, le siguió Isora LLánez y ahora nuestro amigo Silverio.

Descansa en paz Silverio. Que llegue hasta tu familia nuestro más sentido pésame. Y dónde quiera que estés debes saber que estamos inconormes con tu partida.

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